ENERO.

ENERO.

Nunca imaginé que mi días cambiarían.

Despierto y lo único que quiero es escuchar tu voz. Rosas blancas que caen del cielo y allí a lo lejos se divisa una niña danzando tan serena sin preocupaciones.
Mi café por primera vez mantiene su sabor amargo y dulce por su miel.
Mis libros ya no hablan de caballeros que rescatan a sus añoradas princesas esta vez cambia la historia. Está vez la historia la redactó yo! Creativa y alucinante tan poética y vibrante, dragones con corbata y plebeyos con su hambre y sed saciada pero corazón dime dónde se encuentra mi cordura pues la he perdido en algún cajón. Polvo en aquellas piezas repletas de papel aquel que sin tocar me corta la piel.
cada palabra plasmada con el corazón roto y el alma perdida.
Buscare el vestido más extravagante y la vajilla Royal Copenhagen me sentaré en aquel balcón donde prometiste una vida repleta de arte.

tomaré mi té frente a él espejo leeré las últimas palabras en aquel frío enero.SD